sábado, 5 de mayo de 2012


Historia

Me llamo Alfred Blasi y he sido enfermo de Fibromialgia.
Nací en 1966 en Arbucies (Girona), pero actualmente vivo en Reus (Tarragona)
Soy informático de profesión.
En 1996, a raíz de una fuerte gripe que padecí, me quedaron unas secuelas en forma de dolor muscular en la zona lumbar. En pocos meses, en lugar de disminuir estas molestias, éstas se acrecentaron hasta tal punto que nada me calmaba el dolor que sentía. También se sumó a esto el estrés que acumulaba por la empresa que dirigia.
Mi médico de cabecera se sentía desbordado y me mandaba que fuera a urgencias cuando ya no aguantaba más el dolor.
Rápidamente, al dolor se unió la contractura muscular y otras cosas muy molestas aunque no tan invalidantes para mi, como los problemas abdominales, las pérdidas de memoria temporales, los temblores, la imposibilidad de descansar por la noche y el levantarme como si me hubieran dado una paliza, entre otras cosas.
Pasado un año ya de estar con estos síntomas, me ingresaron en una clínica de Reus y en pocos días me diagnosticaron dos enfermedades: Fibromialgia y Espondilitis anquilosante.
Con el tratamiento a base de antidepresivos, relajantes y muchos analgésicos, me dieron el alta del hospital.
Al ir empeorando, en menos de un mes, estos mismos doctores que me hicieron el diagnostico me aconsejaron el visitarme en un hospital de Barcelona (a 100 kilómetros). Así lo hice y me ingresaron en el Hospital Clínico Universitario de Barcelona. Conclusión: la misma.
Además me indicaron que soy “acetilador rápido” y que esto significa que mi organismo "destruye" muy rápidamente la medicación con lo que necesito más que una persona normal.
Salí de allí con otra vez antidepresivos, relajantes y analgésicos.
A partir de entonces participé en distintos estudios como enfermo voluntario entre los que se encuentran estudios del sueño, estudios de hipnosis y algunos que demostraban que los enfermos de fm tenemos un bajo nivel de serotonina en el cerebro o que nuestro hipotálamo se encuentra poco irrigado de sangre.
Probé acupuntura, homeopatía, osteopatía, fisioterapia, hidroterapia, etc...con distintos resultados. Hasta incluso me recetaron hacerme electroshocks por ..."probar".
Fui de mal en peor. Cada día visitaba urgencias, donde empezaron a calmarme el dolor con mórficos. Al poco tiempo se me recetaban mórficos en parches y finalmente en inyectables. Me trataban en reumatología, clínica del dolor, psiquiatria y evidentemente, medicina familiar.
En este momento se me concedió de oficio la INVALIDEZ ABSOLUTA Y PERMANENTE POR FIBROMIALGIA (100%).
El otro diagnostico (Espondilitis anquilosante) fue omitido del certificado de la invalidez
Paralelamente a esto, también me concedieron el 75% de MINUSVALÍA con soporte de tercera persona y baremo de movilidad, puesto que muchos días ni me podía mover de la cama.
Así pasaron algunos años hasta que desesperado hice caso a varias personas de mi entorno que me aconsejaban buscar mi propio camino y no rendirme ante esta adversidad.
Decidido a buscar algo que mejorase o explicase mis síntomas, empecé a investigar el funcionamiento de los músculos, leyendo múltiples enciclopedias y libros de varias Universidades de Medicina de todo el mundo.
En primer lugar, me centré en el funcionamiento muscular y en localizar tipos de sustancias que en su alteración pudieran desencadenar los síntomas que yo tenía. Probé con vitaminas, proteínas, y un sin fin más de productos.
Cuando llegué a los minerales, vi que podían explicar muchas de las cosas que conocía hasta ese momento sobre la enfermedad. Localicé en una célula muscular qué sustancias químicas básicas están contenidas y cuales de ellas podían ser causantes.
Después de encontrar la proporción de unos 25 elementos químicos que modifican su concentración en las células, cuando hay molestias musculares o sobreesfuerzos, centré mi investigación en reducir este número de sustancias a la mínima cantidad que fueran imprescindibles.
Con ello y después de varios meses de pruebas en mi mismo, conseguí encontrar la combinación de Na, K, Ca y Mg que es absorbida por el organismo para volver a dejar los valores normales de concentración en las células. La proporción era la clave Modificándola dejaba de funcionar.
Posteriormente, comprobé que todos los síntomas de la Fibromialgía se me redujeron o desaparecieron con la ingestión continuada de la adecuada proporción de estas sustancias.
Cuando volví a caminar, a salir a la calle solo, a conducir...y a recuperar mi vida, decidí compartirlo con los demás. Primero lo di a varias amigas y compañeras de enfermedad y comprobé que, si eran constantes en tomarlo, también mejoraban.
Estas personas se lo dijeron a otras y así empezó a correr la voz de una ciudad a otra, de una provincia a otra y de una nación a otra. Cuando mi teléfono se saturó de llamadas, creé una pagina web para explicar mi experiencia y así se multiplicó el número de personas que tuvieron acceso a lo que yo deduje.
Al momento varios médicos de todo el mundo se interesaron por el tema y gustosamente les expliqué mis conclusiones y mi evolución.
Soy consciente que yo me he curado con este preparado, porque varias veces varié las proporciones de los elementos y la fórmula, en mi ya no funcionaba. Cuando veía mi caída volvía a prepararlo con la proporción correcta. Curiosamente mejoraba de nuevo.
Actualmente, hago vida totalmente normal, hago deporte, no tomo ni medicación ni suplemento alguno.He necesitado tomarlo sin interrupción durante 14 meses pero ya llevo varios sin tomarlo.
No tengo síntoma alguno de la fm ni de SFC.
Por fin ya tengo certificados que demuestran mi “CURACIÓN”. Ya lo tengo por escrito así es que puedo decirlo. Curiosamente también ha remitido mi espondilitis anquilosante, de la cual no queda el más mínimo rastro. ¿Error de diagnostico? Quien sabe!
De la mezcla que hacia yo en mi casa y que regalaba a quien la quería, se ha pasado a que la gente que quiere tomarlo lo tiene disponible en sus farmacias a través de un laboratorio que lo fabrica.
Afortunadamente, muchos miles de personas dicen que están mejorando también y algunos ya ni lo toman y sólo desean olvidarse de la enfermedad.
Nunca diré yo que mi preparado CURA la fm. Ha curado MI fm y si alguien dice que está curado, será cada uno el que lo diga. Yo ni soy médico, ni creo que lo sea jamás.
Afortunadamente, muchos profesionales de la salud se han decidido a probarlo en sus pacientes ya que es un preparado por cantidad y proporción totalmente inocuo. Los resultados ya están llegando y no hacen más que confirmar todas y cada una de mis conclusiones. Tantos no podemos estar equivocados…
Desde aquí, hago un llamamiento a la comunidad médica y a quien esté en su mano para que se lean este escrito y, desde mi humilde condición de ex-enfermo de fm, nos escuchen a tantos miles que, o estamos mal diagnosticados durante años, o puede que éste sea un camino de la solución a este tan grave problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario